En apenas dos meses y medio volverá a celebrarse la fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy.
Ya he comentado en los posts anteriores sobre ésta fiesta que mi familia materna es de Alcoy y que mis abuelos vivieron en la Calle San Nicolás y mi madre se crió allí hasta que de adolescente, se vinieron a vivir a Madrid.
Apenas guardaba recuerdo del par de veces que había visitado Alcoy en las fiestas, así que resulta curioso que, llegadas éstas fechas, esté sintiendo el gusanillo de saber que en breve volveremos a embarcarnos en la fantástica locura que son los tres días de fiesta. A demás, vuelven a caer en los días que toca, incluyendo como día especialmente importante el 23 de Abril, día de San Jorge (mi santo, por si faltaba algún ingrediente). Hablo de volver en plural porque voy con mis hijos, que ya están cogiendo el gustillo y están deseando que llegue ese fin de semana.
El programa de éste año lo podéis ver en éste enlace:
http://www.associaciosantjordi.org/es/fiestas/actos-festeros-y-recorridos.html
Si puedes, no te pierdas el día de las entradas. Es un espectáculo inolvidable
Merece la pena reservar sitio para el día de las entradas. Como de cualquier evento de ésta magnitud, hay asientos de distintos precios en función de su situación. Teniendo en cuenta que las entradas duran todo el día, los precios (entre 7 y 20€ para los no residentes) son más que razonables.
Recomiendo que antes de ir tengáis una idea de lo que vais a ver. Seguro que el post que subí después de las fiestas de 2015 (http://imagenenblanco.com/moros-y-cristianos-alcoy-2015/) podrá serviros para entender la organización en Filás y el orden que sigue la fiesta.
Aunque ya está contado en otros posts, es importante tener en cuenta que las entradas se dividen en el desfile de las filás cristianas por la mañana y las moras por la tarde. Con unas 4 horas cada una. Tradicionalmente, las filás cristianas suelen ser algo más rápidas que las moras. Yo no lo he cronometrado y no me dio esa sensación.
Pero, si el dia de las entradas es espectacular, el día del alardo es contundente.
Ya lo he dicho desde la primera vez que he estado. La representación de la batalla de 1276 en la que Alcoy es conquistada por tropas moras y reconquistada por las cristianas gracias a la milagrosa ayuda de San Jorge, es difícil de describir con palabras o fotografías.
Como hace varios siglos, el día comienza con la propuesta de rendición de la ciudad por parte del mensajero moro.
Los cristianos no la aceptan y comienza la batalla.
Trabuco en mano, las distintas filás recorren las calles de la ciudad con más polvora encima de las que puede parecer sensata.
Si en tu infancia eso pasa cada año por la calle en la que vives, solo tienes dos opciones, amarlo u odiarlo. Mi madre, a día de hoy, sigue sin querer oír un petardo ni oler nada parecido a la pólvora.
Cada disparo de trabucazo, para los que no estamos acostumbrados, es un puñetazo en el pecho.
No olvidéis protecciones para los oídos. Es la única forma de aguantarlo. En serio, es imprescindible.
Hay momentos en los que el humo de la pólvora es tan denso que cuesta respirar, especialmente en calles encerradas y estrechas.
Yo nuca lo he hecho, ya que mi cámara se supone que está sellada a entrada de polvo y humedad, pero no es ninguna tontería proteger nuestras cámaras contra la entrada de polvo de pólvora.
Parece increíble, pero creo que no he estado en un entorno tan duro para las cámaras. Cuando os duchéis después de estar en la zona de alardo y veáis la cantidad de residuo de pólvora que lleváis encima sin daros cuenta, entenderéis a qué me refiero.
Así que espero que os vengáis a Alcoy y podáis disfrutar haciendo fotos tanto como yo.
No dudéis en comentar vuestras experiencias y si os ha resultado de utilidad éste artículo.